Entender «Laudato si» , la Encíclica del Papa Francisco

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Papa Francisco. Encíclica Laudato siCon buen criterio, y ante la proximidad de la Cumbre del Clima de París, el Papa Francisco nos ofrece la Encíclica Laudato si’ , como el canto de Francisco de Asis, Alabado seas, mi Señor, un canto a la hermana-casa Tierra, tan olvidada y maltratada por sus actuales habitantes. La primera encíclica ecológica de la historia, tiene mucho de amable, de integración en la búsqueda de soluciones, y poco de enfrentamiento con poderes fácticos.

El Santo Padre reflexiona sobre los excesos que hemos cometido en aras de un malentendido progreso a cualquier precio, «pecados» que no debemos esconder como suciedad debajo de la alfombra. Y reconoce una mayor conciencia de respeto al hábitat en la actualidad. Por ello debemos aprovechar la buena disposición para cambiar nuestra actitud de una vez.

Los residuos que convierten nuestra Casa en un basurero gigante, el no aprovechamiento íntegro del papel, la energía, el agua, son problemas que crecen con los años, y de los cuales debemos tomar conciencia, como personas igualmente responsables del deterioro, y también como cristianos.

Es una grata sorpresa contar con esta encíclica del Papa Francisco, concienciados de su importancia, y de que poco tiempo más nos queda para la reflexión y la acción en defensa del medio ambiente. Por todo ello le damos las gracias, Santidad

«El clima es un bien común, de todos y para todos»

«Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre.»

«La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación mental.»

«El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente»

«Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos.»

«Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo.»

«La gente ya no parece creer en un futuro feliz, no confía ciegamente en un mañana mejor a partir de las condiciones actuales del mundo y de las capacidades técnicas»

«La Naturaleza está llena de palabras de Amor»

Texto completo de la Encíclica Laudato si