Tras las fiestas navideñas, llega la época de ensayos, reuniones de preparación, época de ilusiones puestas en un horizonte cercano, que es la Cuaresma y Semana Santa 2019.
El próximo domingo 13 de Enero a las 16:30 horas, nuestros hermanos costaleros de la Oración en el Huerto inician su camino con la Igualá, que tendrá lugar en los Salones Parroquiales de la Calle Pedro Bustos, frente a Los Bárbaros. En este acto se mide la altura hasta el hueso llamado trabajo, que es donde descansará el palo o trabajadera. Quedará formada la cuadrilla con sus corrientes, fijadores y costeros, bajo la dirección de los capataces. Una cuadrilla igualada es una cuadrilla que da su primer paso para esa Gloria con mayúsculas que se alcanza tras la entrada del paso por la puerta principal de la Iglesia de la Asunción. Allí renovamos nuestros sentimientos dormidos, arropados por la familia, los amigos, los hermanos nazarenos…Allí el Señor nos recompensa con la mirada de un Padre que reconoce el deber cumplido de sus hijos…el dar testimonio vivo de su Pasión, de su Palabra, de su Amor.
Ser costalero en nuestro pueblo es ser Maestro en este arte cofrade. No hay más cuadrilla que la vuestra, sois quienes abren la puerta del costal a generaciones que os miran con respeto y emoción. Lo que sentís bajo la trabajadera, se transmite como sangre fresca y viva a los fieles que en la calle rompen en un aplauso tras la levantá o la chicotá. Se crea un tejido de sentimientos único: vuestro esfuerzo, el buen andar aprendido en los ensayos, la explosión de emociones del que os ve en la calle, y, sobre todo y todos, la vida que parece cobrar Aquél que lleváis sobre vuestros costales, el pilar de toda la escena: La Oración que el Señor reza en el Huerto y se hace presente entre nosotros.
Por todo ello, desde la Hermandad os pedimos que empecemos este camino con la mayor esperanza, asistiendo a los actos y reuniones que a partir de ahora se convoquen, con la mejor de las actitudes, la de ayudar y enseñar este Magisterio adquirido con esfuerzo y tesón a aquellos que están por venir, a los nuevos miembros de la cuadrilla, con puntualidad, dando ejemplo desde el veterano hasta el joven que afronta con ilusión su primera Estación de Penitencia.
Vuestros Capataces velarán en todo momento por hacer realidad toda esta ilusión que desde vuestra Hermandad ponemos en sus manos. Serán la unión y el apoyo que todo costalero necesita en este dulce trance. No dudéis en depositar en ellos vuestra confianza y lealtad, siempre encontraréis su mano tendida y su consejo maestro.
Y todo acabará y volverá a empezar, como dijo un célebre capataz de la Sentencia de Sevilla:
«y ahora a sentir…a llorar…a pensar….en ver a Dios….y si después de lo de esta noche no habéis visto a Dios…..es que estáis ustedes ciegos…»
Que el Señor en su Oración en el Huerto y Cautivo en el Calvario os ayuden llenando de fe vuestro ser, para Gloria de vuestra Hermandad en la próxima y esperada Semana de Dios.