La imagen de nuestro señor Jesucristo orando en Getsemaní representa uno de los momentos más humanos y dolorosos de la Pasión del Señor. Es un paso alegórico compuesto por dos figuras, Cristo, arrodillado en actitud orante, y un ángel del Señor que
consuela su angustia ofreciéndole un cáliz. Fue adquirido recién creada la Hermandad en 1976, y ello fue posible a la solidaridad que mostró gran parte del pueblo de Socuéllamos, contribuyendo con donativos para que el deseo de tener en nuestra localidad tan bello pasaje de la Pasión, se hiciese realidad.
La imagen fue reformada por Miguel Ángel Arjona, quien, de forma desinteresada, realizó un bonito trabajo de pintura, renovando la apariencia de la imagen.
Actualmente, es portado por la primera cuadrilla de costaleros (cargando sobre la séptima vértebra) que se constituyó en Socuéllamos. La salida del Paso, tanto de la Ermita de Loreto, como de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, es sin duda un lugar de interés destacado para ver esta hermosa procesión, momento y lugar en el que el esfuerzo de los costaleros se ve recompensado con el honor de portar al Señor de la Oración, y el ánimo que les infunden las personas allí presentes.
Desde el año 2013, el grupo escultórico ha cambiado su orientación, apareciendo ahora el ángel detrás del Señor, mirando las dos imágenes al frente. De esta forma, los fieles presentes en la Procesión podemos contemplar el rostro de Jesús.
Y puesto de rodillas, oraba diciendo:» Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Entonces se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Y sumido en la agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en la tierra. Levantándose de la oración, vino donde los discípulos, y los encontró dormidos por la tristeza; y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad, para que no caigáis en la tentación.»