Día Internacional para la toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez

Ayer se celebró el Día Internacional para la toma de conciencia contra el abuso y maltrato en la vejez

Ante las noticias de casos de maltrato hacia personas mayores, tanto físico como psicológico o discriminatorio, nosotros rechazamos enérgicamente esos comportamientos de la mejor forma que sabemos: Eligiendo el camino positivo, el de los buenos ejemplos, el Camino Compartido por Todos. Parte negativa hay, pero el mejor escudo, el mejor arma para combatirla es poner en valor las acciones que suman, la toma de conciencia, desde nuestro pequeño más joven, a nuestro veterano mayor, de que hemos de revertir situaciones inadmisibles en convivencia de igualdad en todo ámbito, especialmente hoy subrayamos la Igualdad por edades.

Hemos querido destacar el buen ejemplo de Cruz Roja de Ciudad Real, cuya actividad en múltiples facetas sociales podemos conocer en su página de Facebook, Instagram, y que viene realizando una campaña dentro del marco general de la Institución denominada «Buen trato», para promocionar un trato adecuado a las personas mayores y proteger frente al maltrato, salvaguardando sus derechos, y apoyando a quienes sufren o podrían sufrir cualquier tipo de malos tratos.  

Cuando decimos “déjame hacerlo a mí, tú ya no sabes hacer nada”, “es mejor que no vayas, con tu edad mejor quédate en casa”, “no gastes en tonterías, tú ya no necesitas nada nuevo”, “haces el ridículo echándote un novio a tu edad”, o “papá, mamá, tu ocúpate de esto que no tienes nada mejor que hacer” a una persona mayor estamos subestimando sus capacidades, y eso, ‘aunque no lo sepas, también es maltrato’, y así de tajante lo afirma Cruz Roja en el Día Mundial de la toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez que se celebra el 15 de junio. (Fuente: lavozdetomelloso.com).

Como entidad en cuyos fines destacan la fraternidad y el bien común, ponemos en valor la actividad de Cruz Roja, aprendiendo de su ejemplo, enfocándolo como objeto de motivación en nuestro camino. Damos especialmente las gracias al Departamento de Comunicación de Cruz Roja en Ciudad Real por su ayuda en la difusión de este tema tan delicado.

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Por último, y como parábola del valor positivo de las personas mayores, un regalo lleno de luz en forma de cuento:

«LAS DOS TINAJAS» Cuento popular hindú/ Versión de Jorge Bucay.

Un vendedor de agua repetía cada mañana el mismo ritual: colocaba sobre sus hombros un aparejo que tenía, y a cada punta del aparejo amarraba una tinaja. Después salía al camino del río, llenaba dos tinajas y
regresaba a la ciudad para entregar el agua a sus clientes.
Pero una de las tinajas tenía muchas grietas y dejaba filtrar mucha agua. La otra tinaja era nueva y estaba muy orgullosa de su rendimiento, ya que su dueño obtenía mucho dinero con la venta del agua que ella
llevaba.
Al cabo de un tiempo, la pobre tinaja agrietada se fue acomplejando y sintiéndose inferior a la otra. Tanto, que un día decidió hablar con su patrón para decirle que la abandonara, por ser ya casi inservible.

-¿Sabes? -le dijo muy triste-, soy consciente de mis limitaciones. Yo sé muy bien que conmigo tú dejas de ganar mucho dinero, pues soy una tinaja llena de grietas y, cuando llegamos a la ciudad, estoy ya medio vacía. Ya no hay nada que hacer. Por eso te pido que me perdones mi debilidad. Compra otra nueva que pueda hacer mejor el trabajo, y abandóname a mí en el camino. Ya no te sirvo…
-Muy bien- le contestó el dueño-; pero ya hablaremos con más calma mañana.

Al día siguiente, de camino hacia el río, el vendedor de agua se dirige a la pobre tinaja agrietada y le dice:

-Fíjate bien en la orilla de la carretera y dime lo que estás observando.

-Nunca me había fijado- respondió la agrietada tinaja-, pero, en honor a la verdad, me doy cuenta de que el borde de la carretera está lleno de flores. ¡Es algo muy hermoso!

-Pues bien, mi querida tinaja- repuso sonriente el vendedor-, quiero que sepas que si las orillas de la carretera son como un bello jardín, es gracias a ti, ya que eres tú quien la riegas cada día cuando regresas del río. Hace ya mucho tiempo que me di cuenta de que tú dejabas filtrar mucha agua. Entonces yo compré semillas de flores de toda clase y, de camino hacia el río, una mañana las sembré en la orilla de la carretera; y tú, al regresar del río, sin saberlo y sin quererlo, estuviste regando mi siembra. Y así todos los días, gracias a tus grietas, muchas semillas nacieron, los botones se abrieron, y cada día gracias a ti puedo cortar unas flores, preparar unos ramilletes y venderlos en el mercado de la ciudad.
Y el buen hombre, inclinándose sobre el camino, comenzó a escoger las mejores flores del día para preparar sus ramilletes.

Y esta vez la tinaja regó aún mejor el camino con el agua que perdía de entre sus grietas y la que brotaba agradecida de sus ojos.