Acabamos ahora un año intenso, 2016, en el que participamos en la histórica salida de nuestra Hermandad desde el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, Miércoles Santo que quedará grabado en nuestra memoria, por toda la emoción y sensaciones que vivimos en aquella procesión. Estrenábamos la restauración de Nuestro Padre Jesús del Calvario, y sentimos que los esfuerzos realizados para que todo aquello ocurriera como lo hizo, habían dado por fin su fruto.
Hoy afrontamos un nuevo reto con la proximidad de una nueva Cuaresma y Semana Santa, que ya están ahí, y que esperamos con toda la ilusión para volver a rubricar nuevos momentos únicos e inolvidables.
En estas fechas entrañables, conmemorativas del nacimiento de Nuestro Señor, queremos expresar nuestro deseo de paz y felicidad para todos, Hermanos y fieles en general. Que la Navidad se instale en nuestro corazón para siempre.