Es tan hermoso ver cómo los más pequeños participan de las Procesiones y demás actos en Semana Santa,que todo el esfuerzo por vestirlos, porque se estén quietecitos, (misión imposible), se desvanece al tiempo que sus pequeñas sonrisas nos reconfortan.
Es tarea nuestra, de los Cofrades papás, abuelos, tíos y del resto de educadores en la fé, mantener viva esa ilusión de las primeras procesiones, de su primer Domingo de Ramos, para que no se pierda el nexo con el futuro, porque los valores que hemos de transmitir las Cofradías a nuestros pequeños miembros, deben ser lo suficientemente sólidos para sentar las bases de una parte de su educación cristiana: la catequesis cofrade.
No es un tópico, ELLOS SON EL FUTURO, y una cuidada formación ayudará a su desarrollo moral en los principios ético-cristianos. Por algo las Hermandades realizamos una labor docente, y es en los más pequeños donde hoy en día hemos de reforzar ese trabajo, para que la desidia moral y el «paso de todo » no les alcancen nunca, y tengan en su Cofradía un lugar de encuentro donde expresar su fe.
Animo a todos los Cofrades, mayores y pequeños, demostremos que no funcionamos a temporadas, ni que seguimos modas pasajeras… Todos, a cualquier edad, seguimos el ejemplo de Cristo, y en Semana Santa, rendimos tributo a su pasión.
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