Saludo de D. Jose Luis Bardera Guadamillas

publicado en: Iglesia | 0

SACERDOTE EN SOCUÉLLAMOS ENTRE 1977 Y 1996.

Mis primeras palabras son, lógicamente, para agradeceros a la Cofradía de Jesús del Calvario, la posibilidad de compartir con el pueblo bueno de Socuéllamos esta reflexión.

D.Jose Luis Bardera
D.Jose Luis Bardera

Lo primero que siempre he admirado y valorado ha sido el esfuerzo, silencioso y gratuito, de tantas y tantas personas para preparar la Semana Santa de los cristianos. Aún recuerdo vuestros rostros expresando vuestro recogimiento y vuestra fe.

La Semana Santa, ciertamente, es un tiempo propicio y de especial gracia para expresar al Señor y a su Madre nuestra gratitud de hijos por el amor D. José Luis bardera Guadamillas.que han sido capaces de derrochar gratuitamente por nosotros.

Los mismos pasos que vosotros procesionáis de “La Oración en el Huerto” y “Jesús en el Calvario” son un mensaje abierto para quien lo pueda y quiera contemplar:

Quizá no sea necesario, pero sí es bueno recordar: vuestro paso es expresión de un momento clave en la vida de Jesucristo.

Primero fue el acontecimiento, luego la expresión oral y gráfica.

Por eso es tan importante que nos remontemos a aquel instante en el que el Señor se encuentra en la encrucijada de tomar la decisión definitiva de seguir hasta el final o abandonarlo todo.

Y Jesús toma la decisión: “Padre, que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

Esta decisión de Jesús es el resultado de toda una vida de amor: el amor por parte del Hijo de Dios a su Padre y a sus hermanos los hombres.

El Hijo de Dios encarnado, se entrega por amor, para ganarnos a los hombres la salvación que habíamos perdido por el pecado.

Aquí está el sentido de todo lo que nosotros celebramos en estos días de Semana Santa: reconocemos el amor de Dios y nos comprometemos a seguir sus mismas huellas.

Por ello, permitidme que os invite a todos, particularmente a vuestra Cofradía, a que el hecho de procesionar vuestros pasos de “La Oración en el Huerto” y “Jesús en el Calvario” sea expresión de la profunda y sincera fe del pueblo cristiano; una fe recibida de nuestros antepasados y que nos corresponde a nosotros seguir transmitiéndola, celebrándola y practicándola.

Jesús en el Huerto, así como el resto de pasos, son imágenes que siguen hablando por sí mismas de la presencia de Dios en nuestro mundo actual, por mucho que se quiera olvidar u ocultar.

Dios no ha huido de nosotros ni de nuestro mundo. Nuestras manifestaciones religiosas de Semana Santa son un clamor popular, que sale de lo más profundo del corazón, de la fe en ese Dios que sigue permaneciendo entre nosotros.

Por eso ¡celebremos con fe y devoción la Semana Santa, la Semana grande de los cristianos, la Semana del Amor!.

Pero qué tristeza si sólo lo hiciéramos como meros espectadores o si sólo lo hiciéramos “de cara a la galería”.

¡Seguro que no! ¡Seguro que tras todo vuestro esfuerzo, hay muchos momentos de oración y de reflexión! ¡Seguro que hay un compromiso sincero en poner en práctica todo lo que celebramos: el amor de Dios!.

Y el Papa Benedicto XVI nos ha mostrado un camino concreto de cómo hacerlo: “fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras”…. Hoy, Dios nos sigue pidiendo que seamos “guardianes” de nuestros hermanos… Si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón”

Éste es el camino que nos conducirá a la Pascua, que hará posible que la resurrección, la Vida nueva de Jesús, llegue hasta cada uno de nosotros.

¡Que Dios os bendiga a todos!