En la tarde del sábado 29 de noviembre vivimos un momento bonito y único en la Fundación Carmen Arias, compartiendo merienda, juegos y bingo con nuestros mayores.
Actos como éste nos recuerdan lo valioso que es unir generaciones. Nuestros mayores nos enseñan que el verdadero bingo de la vida se juega con amor y compañía.
Gracias a todos los hermanos que nos acompañasteis, a la Fundación Carmen Arias, y a todos los que pusieron su corazón en esta tarde inolvidable. Seguimos construyendo hermandad, desde el pasado hacia un futuro lleno de esperanza.
Por muchos días como éste, que nos unan en esta gran colaboración entre entidades, por el bien común y la enseñanza a los jóvenes de un camino juntos, sin límites de edad.
